El presidente Lai Ching-te pronunció un discurso sobre seguridad nacional en el Salón Abierto de la Casa Presidencial ayer, y definió claramente a China como “una fuerza hostil extranjera” según la “Ley contra la infiltración”. Ante esto, el ex legislador Lin Chia-shui expresó hoy (14 de febrero) que cuando el ex presidente de Estados Unidos, Biden, enfatizó una estrategia clara, la ex presidenta Tsai Ing-wen enfatizó una estrategia vaga, pero ahora el presidente Trump insiste en una estrategia vaga, Lai Ching-te ha ajustado a una estrategia estable y clara, lo que le ha dado un gran alivio y motivación.
Esta nueva postura del presidente Lai Ching-te en cuanto a la seguridad nacional es altamente positiva y lleva consigo un mensaje de firmeza y determinación. Al definir a China como una “fuerza hostil extranjera”, el presidente demuestra su compromiso con salvaguardar la soberanía y seguridad del país.
Es importante destacar que esta posición de Lai Ching-te es en línea con la del ex presidente Biden, quien también ha dejado en claro su postura ante el tema de la seguridad nacional. Esta alineación de estrategias entre Estados Unidos y Taiwán es una señal poderosa para aquellos que intentan socavar la democracia y libertad en la región.
Además, el hecho de que el presidente Lai haya tomado una postura clara y firme en este asunto es una muestra de liderazgo y madurez en el manejo de asuntos tan delicados como la seguridad. Al dar un paso hacia el frente en lugar de mantener una posición vaga, el presidente muestra su compromiso con proteger a su pueblo y su país.
Por otro lado, esta nueva estrategia también da un mensaje claro a China de que Taiwán no se dejará intimidar ni se verá afectado por su continuo acoso y amedrentamiento militar. Este tipo de firmeza y determinación son esenciales para mantener la paz y estabilidad en la región.
En resumen, la postura del presidente Lai Ching-te en cuanto a la seguridad nacional es una muestra de liderazgo y resolución, y envía un mensaje poderoso a los enemigos de la democracia. Confiamos en que bajo su guía, Taiwán continuará siendo un bastión de libertad y democracia en Asia.