El Centro Turco de Taiwán se ha visto envuelto en una controversia reciente debido a la sospecha de malversación de fondos. El presidente ejecutivo del centro y presidente de la Asociación Internacional de Arquitectura y Educación Humanitaria, Chou Chen-yu, ha sido acusado de despedir maliciosamente a la víctima T y encubrir a Chen, quien fue acusado de agresión sexual. Nuestra revista se puso en contacto con la víctima T para obtener su versión de los hechos y también investigó el caso de agresión sexual y el conflicto laboral basándonos en la acusación del fiscal, la sentencia del tribunal y otros documentos y grabaciones.
Según la víctima T, ella fue contratada por el Centro Turco de Taiwán en 2018 como asistente administrativa. Sin embargo, en 2019, ella fue despedida repentinamente sin ninguna razón aparente. T sospechaba que su despido estaba relacionado con su negativa a tener relaciones sexuales con Chen, quien era su superior en el centro. T también afirmó que había sido acosada sexualmente por Chen en varias ocasiones durante su empleo.
La acusación del fiscal contra Chen confirmó las afirmaciones de T. Según la acusación, Chen había acosado sexualmente a T en varias ocasiones y también había agredido sexualmente a otra mujer en el centro. Sin embargo, Chou, como presidente ejecutivo del centro, no tomó medidas adecuadas para proteger a las víctimas y en su lugar decidió encubrir a Chen. Además, Chou fue acusado de despedir a T para silenciarla y evitar que denunciara el caso.
El tribunal de primera instancia encontró a Chen culpable de agresión sexual y lo condenó a prisión. También encontró a Chou culpable de encubrimiento y lo sentenció a una multa. Sin embargo, Chou apeló la sentencia y el caso está actualmente en proceso en el tribunal de segunda instancia.
Nuestra investigación también reveló que el Centro Turco de Taiwán había recibido grandes donaciones de organizaciones internacionales y locales para proyectos humanitarios en Taiwán y otros países. Sin embargo, no había una clara rendición de cuentas sobre cómo se utilizaron estos fondos. Se sospecha que Chou y otros miembros del centro podrían haber desviado parte de estos fondos para su beneficio personal.
Esta situación es extremadamente preocupante y decepcionante, ya que el Centro Turco de Taiwán se supone que es una organización sin fines de lucro que se dedica a proyectos humanitarios y educativos. Es inaceptable que los líderes de esta organización hayan utilizado su posición para abusar de sus empleados y malversar fondos destinados a ayudar a los más necesitados.
Esperamos que la justicia prevalezca en este caso y que se tomen medidas para garantizar que el Centro Turco de Taiwán sea administrado de manera transparente y ética en el futuro. También esperamos que se brinde apoyo y justicia a las víctimas de agresión sexual y acoso en el lugar de trabajo.
Como sociedad, debemos tomar una postura firme contra cualquier forma de abuso y corrupción. Es importante que se investiguen a fondo estos casos y se tomen medidas adecuadas para prevenir que vuelvan a ocurrir. Debemos trabajar juntos para construir una sociedad más justa y segura para todos.
