La controversia sobre la etiqueta de la leche fresca ha llegado a su fin, según la Oficina de Seguridad Alimentaria del Consejo Ejecutivo, que anunció hoy (14 de julio) que para estar en línea con los estándares internacionales, en el futuro se requerirá un sello nacional para etiquetar la leche fresca como “leche fresca (fresh milk)”. Además, todos los productos lácteos importados también se denominarán “leche (milk)”. La Oficina de Seguridad Alimentaria señaló que este plan entrará en vigor en julio de 2026 y que habrá nuevas regulaciones para productos lácteos procesados y bebidas de leche fresca, como el té de leche fresca de boba, que requerirán un cambio de nombre.
Esta medida tiene como objetivo garantizar la seguridad alimentaria y proteger los derechos de los consumidores. Al tener un sello nacional para la leche fresca, los consumidores pueden estar seguros de que están comprando un producto de alta calidad y que cumple con los estándares internacionales. Además, esto también ayudará a evitar la confusión entre los diferentes tipos de leche en el mercado.
La decisión de utilizar el término “leche fresca” en lugar de “leche” para la leche nacional también es una forma de promover y apoyar a los productores locales. Al etiquetar claramente la leche como nacional, se fomenta el consumo de productos locales y se promueve la economía nacional.
Sin embargo, esta medida no solo afectará a la leche fresca, sino también a otros productos lácteos procesados y bebidas de leche fresca. A partir de julio de 2026, estos productos también deberán cumplir con las nuevas regulaciones y cambiar su nombre en consecuencia. Esto puede ser un desafío para las empresas que ya tienen una marca establecida, pero es necesario para garantizar la coherencia y la transparencia en la industria láctea.
Además, esta medida también es una oportunidad para que las empresas innoven y desarrollen nuevos productos lácteos que cumplan con los estándares internacionales y se adapten a las nuevas regulaciones. Esto puede ser una ventaja competitiva para las empresas que buscan expandirse en el mercado internacional.
En resumen, la decisión de utilizar un sello nacional para etiquetar la leche fresca como “leche fresca” es un paso importante para garantizar la seguridad alimentaria y promover la economía nacional. Aunque puede haber algunos desafíos para las empresas, esta medida es necesaria para mantener la calidad y la transparencia en la industria láctea. Esperamos que esta medida sea bien recibida por los consumidores y que continúe promoviendo el consumo de productos locales y el crecimiento de la economía nacional.
