Una esteticista de apellido Huang alquila una habitación para usarla como estudio de belleza. En enero de 2021, se quitó la vida en la habitación, convirtiéndola en una casa encantada. El propietario, de apellido Wang, considera que el valor de la propiedad ha disminuido y demanda a la madre de la fallecida por una indemnización de 2 millones de yuanes. Sin embargo, los tribunales de primera y segunda instancia consideraron que Wang había logrado alquilar la habitación con éxito al mes siguiente de la tragedia y que la madre de Huang no era garante en el contrato de alquiler. Por lo tanto, el tribunal falló en contra de Wang. Insatisfecho, Wang apeló al Tribunal Supremo, que remitió el caso a un nuevo juicio. El Tribunal Superior de Justicia de Kaohsiung revisó el caso y dictaminó que la madre de Huang debía pagar una indemnización de 1,59 millones de yuanes como heredera de la fallecida. Sin embargo, la madre de Huang también apeló, pero su apelación fue rechazada por el Tribunal Superior de Justicia. El caso ha sido finalmente concluido.
Este trágico incidente ha causado conmoción en la comunidad y ha generado un debate sobre la responsabilidad del propietario en casos como este. La pregunta es: ¿debería el propietario ser responsable de lo que sucede en su propiedad después de que un inquilino se ha quitado la vida?
La respuesta no es tan simple como parece. Por un lado, el propietario tiene la responsabilidad de proporcionar un ambiente seguro y habitable para sus inquilinos. Esto incluye asegurarse de que la propiedad cumpla con los estándares de seguridad y salud. Sin embargo, en este caso, no se puede culpar al propietario por la trágica decisión de la inquilina de quitarse la vida.
Además, el propietario pudo alquilar la habitación con éxito al mes siguiente de la tragedia. Esto demuestra que la habitación no era tan “encantada” como se pensaba y que no afectó su capacidad para alquilarla. Por lo tanto, es comprensible que los tribunales hayan fallado a favor del propietario.
Por otro lado, la madre de la fallecida también tiene derecho a ser indemnizada por la muerte de su hija. Aunque ella no era garante en el contrato de alquiler, todavía era la heredera de su hija y como tal, tiene derecho a recibir una compensación por la pérdida de su hija. El Tribunal Superior de Justicia de Kaohsiung reconoció esto y dictaminó que la madre de Huang debía recibir una indemnización.
Este caso es un recordatorio de que la vida es frágil y que debemos ser más conscientes de nuestra salud mental y emocional. También nos recuerda la importancia de tomar medidas para prevenir tragedias como esta en el futuro. Los propietarios deben asegurarse de que sus propiedades sean seguras y habitables, y también debemos ser más compasivos y empáticos con aquellos que luchan con problemas emocionales.
En resumen, aunque el propietario ha perdido el caso, no se puede culpar por la tragedia que ocurrió en su propiedad. Al mismo tiempo, la madre de la fallecida merece una compensación por su pérdida. Esperamos que este caso nos haga reflexionar y tomar medidas para prevenir tragedias similares en el futuro. La vida es preciosa y debemos hacer todo lo posible para cuidarla y protegerla.