“Este salario…” Una madre de dos hijos expresó que después de casarse, vivía en casa de su suegra y su esposo ganaba 40,000 NT por mes. De los cuales, 10,000 NT se dan mensualmente a su suegra como muestra de respeto filial, y ella se queda con los 30,000 NT restantes. Sin embargo, después de pagar la matrícula de los niños, el préstamo de la motocicleta y la asignación de su esposo, no le queda nada para ahorrar. Su esposo constantemente le pregunta “¿por qué no tienes ahorros?”, lo que la hace sentir agotada. Otros usuarios en línea comentaron directamente: “El problema es que el ingreso es demasiado bajo” y “¿Por qué no buscas trabajo?”.
En esta sociedad moderna, donde el costo de vida es cada vez más alto, es común que las parejas recién casadas vivan con sus padres o suegros. Esto puede ser una opción para ahorrar dinero y vivir una vida más cómoda. Sin embargo, para algunos, esta situación puede traer más problemas que beneficios.
En el caso de la madre de dos hijos mencionada anteriormente, ella se encuentra en una situación difícil. A pesar de que su esposo tiene un salario decente, no es suficiente para mantener a una familia de cuatro personas. Además, el hecho de tener que dar una parte de su salario a su suegra como muestra de respeto filial, le deja muy poco dinero para sus propias necesidades y ahorros.
Es comprensible que su esposo se preocupe por el hecho de que no hay ahorros en la cuenta bancaria. Sin embargo, en lugar de culpar a su esposa, debería considerar la posibilidad de buscar una manera de aumentar sus ingresos. Es fácil hablar desde afuera y decir “el problema es que el salario es demasiado bajo”. Pero en la realidad, encontrar un trabajo bien remunerado no es tan fácil como parece. Además, con un hijo pequeño y una hipoteca que pagar, no es una opción viable para que la madre de dos hijos salga a trabajar.
La solución más práctica sería que el esposo y la esposa trabajen juntos para encontrar formas de aumentar sus ingresos. Podrían buscar trabajos a tiempo parcial o iniciar un negocio juntos. También es importante que el esposo entienda que la responsabilidad financiera no debe recaer solo en su esposa, sino en ambos como una pareja.
Además, la sociedad también debería ser más comprensiva y solidaria con las mujeres que deciden ser amas de casa para cuidar a sus hijos y hogares. Ser ama de casa es un trabajo agotador y de tiempo completo que no se remunera. Sin embargo, muchas veces se les critica por no tener “trabajo” y contribuir a los ingresos familiares.
En lugar de juzgar a la madre de dos hijos por no tener ahorros, deberíamos apoyarla y animarla a encontrar una solución que sea beneficiosa para su familia. No solo se trata de tener ahorros, sino también de tener una vida feliz y armoniosa como familia.
En última instancia, es importante recordar que el dinero no lo es todo en la vida. A veces, las cosas más valiosas no se pueden medir en términos monetarios. La felicidad, el amor y la armonía en la familia son mucho más importantes que tener ahorros en el banco. Así que en lugar de enfocarnos en el dinero, deberíamos centrarnos en construir relaciones sólidas y felices con nuestros seres queridos.
