El gobierno de Trump de los Estados Unidos cambia bruscamente su política de “aranceles recíprocos” después de que el Washington Post revelara en exclusiva los detalles de las 18 horas que lo llevaron a cambiar de opinión. Desde la noche del 8 de agosto hasta la tarde del 9 de agosto, Trump habló con su asesor comercial, varios miembros del Partido Republicano y líderes extranjeros, todos ellos preocupados por la agitación en los mercados globales y la recesión económica, instándolo a tomar medidas. A continuación, se detallan los acontecimientos que llevaron a esta decisión.
Todo comenzó con una llamada telefónica de su asesor comercial, quien le informó sobre las preocupaciones de los líderes empresariales y los mercados financieros sobre la escalada de la guerra comercial con China. Trump, que ha sido un defensor de la política de “aranceles recíprocos” desde el principio, se mostró reacio a cambiar su postura. Sin embargo, su asesor le explicó que la situación era cada vez más grave y que la economía estadounidense estaba sufriendo las consecuencias.
Más tarde esa noche, Trump se reunió con varios miembros del Partido Republicano, quienes también expresaron su preocupación por la situación económica actual. Le recordaron al presidente que muchos de sus electores, especialmente en los estados agrícolas, estaban sufriendo las consecuencias de la guerra comercial con China. Además, le advirtieron que la escalada de los aranceles podría llevar a una recesión económica en los Estados Unidos.
Al día siguiente, Trump recibió llamadas de líderes extranjeros, incluyendo a los presidentes de Francia y Alemania, quienes expresaron su preocupación por el impacto de la guerra comercial en la economía mundial. También le recordaron al presidente que los Estados Unidos no estaban solos en esta situación y que otros países también estaban sufriendo las consecuencias.
Después de escuchar todas estas preocupaciones, Trump finalmente cambió de opinión. En una conferencia de prensa el 9 de agosto, anunció que los aranceles adicionales a los productos chinos se retrasarían hasta el 15 de diciembre. También dijo que había tenido una “buena conversación” con el presidente chino Xi Jinping y que las negociaciones comerciales entre los dos países continuarían.
Esta decisión fue recibida con alivio por los mercados financieros y los líderes empresariales, quienes vieron esto como una señal de que la guerra comercial podría estar llegando a su fin. También fue bien recibida por los líderes extranjeros, quienes vieron esto como un paso en la dirección correcta para resolver las tensiones comerciales globales.
En resumen, la decisión de Trump de cambiar su política de “aranceles recíprocos” fue el resultado de una serie de conversaciones y preocupaciones expresadas por su asesor comercial, miembros del Partido Republicano y líderes extranjeros. Aunque algunos críticos pueden ver esto como una señal de debilidad, otros ven esto como una muestra de que el presidente está dispuesto a escuchar y tomar medidas para proteger la economía estadounidense y la economía global. Con suerte, esta decisión conducirá a un acuerdo comercial justo y equilibrado entre los Estados Unidos y China, y traerá estabilidad a los mercados financieros y a la economía mundial.
