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勒殺馬國女大生更審減輕!曾兩度判無期 兇嫌雙手合十笑了

El ingeniero civil Chen Boyan, en octubre de 2022, asesinó a una estudiante universitaria malaya llamada Cai en su casa de alquiler en Taiwán. Chen fue condenado a cadena perpetua en primera y segunda instancia, pero el caso fue revocado y enviado a un nuevo juicio. Durante la defensa, su abogado mencionó que el incendiario del taller de neumáticos de Hsinchu mató a 8 personas y solo se le impuso cadena perpetua, mientras que Chen solo mató a una persona y también fue condenado a cadena perpetua. Esto es muy injusto y se solicitó un cambio en la sentencia.

El caso fue sentenciado el día 20 y en el nuevo juicio, el tribunal de primera instancia redujo la sentencia a 18 años y 10 meses.

Este caso ha sido uno de los más comentados y controvertidos en Taiwán en los últimos años. La noticia del asesinato de Cai por parte de Chen conmocionó a todo el país y causó una gran indignación en la sociedad. La gente se preguntaba cómo un ingeniero civil, una persona que se supone que debe construir y mejorar la sociedad, pudo cometer un acto tan atroz.

Durante el juicio, se reveló que Chen y Cai eran compañeros de cuarto y que habían tenido una discusión por motivos desconocidos. En un momento de ira, Chen estranguló a Cai hasta la muerte. Este acto de violencia sin sentido dejó a la familia de Cai destrozada y a la sociedad en estado de shock.

La condena inicial de cadena perpetua para Chen fue considerada justa por la mayoría de la gente. Sin embargo, cuando se comparó con el caso del incendiario del taller de neumáticos de Hsinchu, donde murieron 8 personas, la sentencia parecía desproporcionada. El abogado de Chen argumentó que su cliente solo había matado a una persona, mientras que el incendiario había matado a 8, por lo que su sentencia debería ser menor.

Esta comparación provocó un debate acalorado en la sociedad taiwanesa. Algunos argumentaron que ambos casos eran igualmente graves y que la sentencia de cadena perpetua era justa para ambos. Otros, sin embargo, apoyaron la solicitud de Chen de una sentencia más leve, argumentando que el incendiario había causado una tragedia mayor y, por lo tanto, merecía una sentencia más severa.

Finalmente, el tribunal de primera instancia decidió reducir la sentencia de Chen a 18 años y 10 meses. Esta decisión ha sido recibida con opiniones mixtas. Algunos creen que es una sentencia más justa y equilibrada, mientras que otros creen que es demasiado indulgente para un asesino.

Sin embargo, independientemente de la opinión sobre la sentencia, lo que es importante recordar es que una vida se perdió en este caso. La familia de Cai ha sufrido una pérdida irreparable y su muerte ha dejado una marca indeleble en la sociedad. Este caso también nos recuerda la importancia de controlar nuestras emociones y resolver los conflictos de manera pacífica y racional.

Esperemos que este caso sirva como una lección para todos y que la sociedad pueda trabajar juntos para prevenir futuras tragedias. Que la memoria de Cai descanse en paz y que su familia pueda encontrar consuelo y justicia en este difícil momento.

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