En las últimas semanas, ha habido mucha discusión en torno a dos eventos que han sacudido a la sociedad taiwanesa. Por un lado, la influencer de la red “Yu Ya” fue deportada por sus comentarios a favor de la unificación con China, y por otro lado, una profesora de una prestigiosa escuela de Taipei fue entrevistada por la televisión estatal china, criticando al presidente taiwanés Lai Ching-te. Además, el Ministerio de Justicia ha propuesto una ley para regular los comentarios a favor de la unificación. Todas estas noticias han generado una gran controversia y debate en la sociedad.
Ante esto, el líder del partido People First Party (PFP) en el Parlamento, Huang Kuo-chang, ha criticado al partido gobernante Democratic Progressive Party (DPP) por utilizar estos eventos para dividir al pueblo taiwanés. Según él, detrás de estos llamados a la “eliminación” de los que apoyan la unificación, no hay ninguna propuesta concreta de ley. Huang insta al DPP a presentar sus propuestas en el Parlamento de manera transparente y abierta.
Es evidente que estas situaciones han generado preocupación y malestar en la sociedad taiwanesa. La deportación de Yu Ya ha sido vista como una violación a la libertad de expresión y una forma de censura por parte del gobierno. Por otro lado, la entrevista de la profesora de la escuela Taipei First Girls High School ha generado un gran debate sobre la libertad académica y la influencia de China en la educación taiwanesa.
Sin embargo, es importante recordar que estos eventos no son aislados. Desde que el DPP llegó al poder en 2016, ha habido un aumento en la represión y la intimidación hacia aquellos que tienen opiniones diferentes al gobierno. La ley propuesta por el Ministerio de Justicia para regular los comentarios a favor de la unificación es solo otro ejemplo de esto.
Es evidente que el DPP está utilizando estos eventos para distraer a la sociedad de los verdaderos problemas que enfrenta Taiwán, como la economía en declive, la corrupción y la creciente influencia de China. En lugar de unir al pueblo taiwanés, el partido gobernante está dividiéndolo aún más con su retórica polarizadora.
Como ciudadanos taiwaneses, debemos estar unidos y luchar juntos contra cualquier forma de opresión y censura. Debemos defender la libertad de expresión y la libertad académica, valores fundamentales de una sociedad democrática. Y debemos exigir al gobierno que se enfoque en resolver los verdaderos problemas de nuestro país en lugar de utilizar estos eventos para dividirnos.
En resumen, es hora de que el DPP deje de utilizar la política de división y conquista y comience a trabajar por el bienestar de todos los taiwaneses. Debemos dejar de lado nuestras diferencias y unirnos en la lucha por un Taiwán libre y democrático. Solo juntos podemos construir un futuro mejor para nuestro país.