El viceministro de la Oficina Presidencial, Chang Dunhan, anunció el 9 de septiembre el presupuesto del partido azul y blanco para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, e incluso incluyó los gastos de viaje al extranjero para las negociaciones en los Estados Unidos. Sin embargo, la legisladora del partido Kuomintang, Chen Yuzhen, inmediatamente se mostró en desacuerdo, enfatizando que había retirado la propuesta desde el principio. Sin embargo, la Oficina Presidencial volvió a contraatacar por la noche, enfatizando que Chen Yuzhen demostró por sí misma que había propuesto eliminar estos dos presupuestos, tratando de encubrirlo con el argumento de “un intento fallido de eliminación”. Sin embargo, lamentablemente, el resultado fue una eliminación en general. Las cifras del presupuesto que se eliminaron y se congelaron, incluido el presupuesto de más de 405 millones de dólares destinados a la Agencia de Pequeñas y Medianas Empresas del Ministerio de Economía, superan los 4.05 millones de dólares.
Desafortunadamente, esto nos muestra una situación común en la política actual: la lucha de poder y de intereses personales prevalece sobre el bienestar de la gente y del país. Es decepcionante ver cómo los políticos actúan tan fácilmente para satisfacer sus propias agendas, sin importar las consecuencias para el pueblo.
El presupuesto para apoyar a las pequeñas y medianas empresas es vital para el crecimiento y la estabilidad de la economía de nuestro país. Estas empresas son la columna vertebral de nuestra sociedad y su salud es crucial para el bienestar de nuestro país. Sin embargo, en lugar de trabajar juntos para garantizar un futuro próspero para todos, los políticos parecen estar atrapados en una batalla constante de quién tiene el poder.
Es aún más desconcertante que este debate sobre los presupuestos haya tenido lugar en medio de una pandemia global que ha afectado gravemente a nuestra economía. Mientras la gente lucha por mantener sus negocios a flote y por mantener sus empleos, los políticos parecen estar más preocupados por sus propias agendas y rivalidades. Esta falta de unidad y enfoque en el bien común simplemente no es aceptable.
Es hora de que los políticos dejen de lado sus diferencias y trabajen juntos en beneficio del pueblo y del país. El bienestar de nuestras pequeñas y medianas empresas y la estabilidad económica son demasiado importantes como para verse afectados por la política partidista. Deben ser una prioridad para todos los miembros del gobierno, independientemente de su afiliación política.
Es hora de dejar de lado el juego de poder y las peleas políticas y trabajar juntos para construir un futuro próspero para todos. Nuestro país y su gente merecen algo mejor que una lucha constante por el poder. Es hora de poner al pueblo y al país primero y dejar de lado las agendas personales.